Un caballero viudo, que tenía una hija buena y hermosa, se casó con una viuda que tenía dos hijas. Al poco tiempo el caballero murió y la hija quedó desconsolada. Sin embargo, la madrastra y sus hijas se alegraron de poder disfrutar de la herencia.
Envidiaban a la muchacha por su belleza y bondad y la trataban como a su criada. La llamaban cenicienta, porque dormía junto al fuego de la cocina. Cenicienta barría, fregaba, y cocinaba, pero sobre todo lloraba, pues ahora nadie la quería.
Un día se organizó un baile en palacio y fueron invitadas todas las jóvenes casaderas del reino, pues el príncipe quería elegir esposa.
Las hermanastras, pensando que serían las elegidas, se fueron a la fiesta.
Cenicienta también deseaba ir al baile, pero sus hermanastras no se lo permitieron y ella se quedó llorando. Cuando más lloraba, se le apareció su hada madrina.
-No llores, pequeña –le dijo-, porque irás al baile.
La tocó con su varita mágica y cenicienta se encontró vestida con un traje de fiesta. El hada convirtió una calabaza en carroza, al gato en cochero y a dos ratones en caballos.
-Ve al baile, pero no olvides que a las doce se romperá el hechizo.
Cuando cenicienta entró en palacio, todos quedaron impresionados por su belleza, y el príncipe sólo quiso bailar con ella.
Al dar las doce, cenicienta salió corriendo sin despedirse, antes de que se rompiera el encanto…
…Perdió un zapato de cristal en la escalinata. Un minuto después se deshizo el encantamiento.
El príncipe, enamorado, ordenó que para encontrarla probaran el zapato a todas las jóvenes del reino. Por fin llegaron a casa de cenicienta. Las hermanastras se lo probaron inútilmente.
Pero al ponérselo cenicienta…Se supo que ella era la elegida del príncipe.
Al día siguiente se celebró pro todo lo alto la boda del príncipe y cenicienta, que vivieron felices el resto de sus días.
Envidiaban a la muchacha por su belleza y bondad y la trataban como a su criada. La llamaban cenicienta, porque dormía junto al fuego de la cocina. Cenicienta barría, fregaba, y cocinaba, pero sobre todo lloraba, pues ahora nadie la quería.
Un día se organizó un baile en palacio y fueron invitadas todas las jóvenes casaderas del reino, pues el príncipe quería elegir esposa.
Las hermanastras, pensando que serían las elegidas, se fueron a la fiesta.
Cenicienta también deseaba ir al baile, pero sus hermanastras no se lo permitieron y ella se quedó llorando. Cuando más lloraba, se le apareció su hada madrina.
-No llores, pequeña –le dijo-, porque irás al baile.
La tocó con su varita mágica y cenicienta se encontró vestida con un traje de fiesta. El hada convirtió una calabaza en carroza, al gato en cochero y a dos ratones en caballos.
-Ve al baile, pero no olvides que a las doce se romperá el hechizo.
Cuando cenicienta entró en palacio, todos quedaron impresionados por su belleza, y el príncipe sólo quiso bailar con ella.
Al dar las doce, cenicienta salió corriendo sin despedirse, antes de que se rompiera el encanto…
…Perdió un zapato de cristal en la escalinata. Un minuto después se deshizo el encantamiento.
El príncipe, enamorado, ordenó que para encontrarla probaran el zapato a todas las jóvenes del reino. Por fin llegaron a casa de cenicienta. Las hermanastras se lo probaron inútilmente.
Pero al ponérselo cenicienta…Se supo que ella era la elegida del príncipe.
Al día siguiente se celebró pro todo lo alto la boda del príncipe y cenicienta, que vivieron felices el resto de sus días.